La mujer en la ciencia: una perspectiva desde el contexto actual del desarrollo socioeconómico cubano.

Por: Miguel Angel Espinosa Cuartas

Fotos: Cortesía de las entrevistadas.

Históricamente, han sido disímiles las mujeres que con su obra han allanado el camino hacia su reconocimiento como “lideresas” en el ámbito de la innovación y el desarrollo de la humanidad. No hace falta pensar mucho para recordar nombres como Sophie Germain, Augusta Ada Byron, Marie Curie o Joselyn Bell, que hoy día constituyen heroínas e inspiración a científicos e investigadores por todo el mundo.

Debido a sus destacadas hazañas, en el 2015 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, con el objetivo de homenajear a las investigadoras y de impulsarlas desde jóvenes a incorporarse al sector de la producción científica y el pensamiento. A pesar de los avances que se han alcanzado en este aspecto, aún persisten problemas y estigmas que opacan y dificultan el papel de las féminas en el ámbito científico.

Según datos proporcionados por la ONU en el presente año, solamente el 33% de las mujeres en el mundo son investigadoras, y cuentan con menos fondos para realizar investigaciones que los hombres de este campo. Las carreras de ciencia aún están marcadas por una representación desproporcionada con predominio de los hombres.

En este contexto, cumpliéndose el séptimo año de haberse proclamado esta fecha, cabe recalcar el lugar que ocupa la mujer cubana en el panorama científico. A pocos días de conmemorarse el 60 aniversario de la fundación de la Academia de Ciencias de Cuba, la membresía del selecto grupo destaca por presentar un 34% de su composición conformada por mujeres, la cifra más alta para una institución de su categoría a lo largo del orbe según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés).

En la lucha contra la Covid-19 también es palpable la contribución de la mujer, tanto dentro como fuera de las fronteras nacionales. El “ejército de batas blancas cubano”, en tiempos de mayor riesgo y crisis, combatió fehacientemente la propagación del coronavirus en cualquier latitud donde fuese necesario. Y estos equipos de reconocidos galenos contaron con la presencia de nuestras médicas cubanas. Asimismo, Cuba posee el orgullo de contar con varios candidatos vacunales que han demostrado ser efectivos para mitigar los efectos causados por la Covid-19, así como de elaborar medicamentos nacionales únicos de su tipo. En cada uno de estos hitos de la ciencia, está presente la mano de la mujer cubana.

A tal efecto, es obligación de la ciencia y de la mujer como exponente importante de ella, poner el pensamiento al servicio de las necesidades del país, de encauzar las líneas del pensamiento en pos del crecimiento socioeconómico en el contexto actual de la sociedad cubana. Un aspecto relevante es, evidentemente, el crecimiento de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) como actores claves de la economía cubana. Sobre este tópico la Dra. C. Maite Echarri Chávez y la MSc. Lidié Perera Conde, ambas profesoras de la Facultad de Turismo de la Universidad de La Habana (UH) e investigadoras premiadas por la Rectora de la UH y por la Academia de Ciencias de Cuba, comentan una de sus más recientes contribuciones: “Emprendimientos privados. Resiliencia y Articulación con Empresas Estatales”.

¿Qué papel juega la ciencia en el contexto actual, teniendo en cuenta el crecimiento del papel de la empresa privada en la sociedad?

Dra. C. Maite Echarri Chávez: La ciencia, en todo momento, ha jugado un papel fundamental en la búsqueda de soluciones que permitan encauzar las decisiones basadas en un aval que provee el conocimiento a través de los métodos de investigación que utiliza. Hoy estamos viendo una vuelta a esa manera de entender la realidad de la sociedad cubana, desde un punto de vista económico, social, político, desde una perspectiva acompañada de la ciencia. La producción científica debe impregnarse de todas las problemáticas que tiene la vida en todos sus ámbitos y a su vez, los diferentes sectores deben buscar en la ciencia una salida y una respuesta acorde a las necesidades del país. Actualmente se han aprobado una serie de políticas hacia la incorporación de diferentes actores (estatales y no estatales) a la vida socioeconómica de nuestro país. En este sentido, a la ciencia le corresponde un papel de suma importancia. La colaboración con la academia y el vínculo universidad-empresa no se limita solamente al sector estatal, sino a aquellas MIPYMES que también necesitan el apoyo de la ciencia para desarrollar modelos de negocio competitivos, sostenibles y que se adapten a las nuevas tendencias del mercado.

MSc. Lidié Perera Conde: La empresa privada, en particular los emprendedores, devienen en actores claves del desarrollo económico y social de nuestro país. Manifiestan necesidades de actualización en cuanto a tendencias en los métodos, metodologías y técnicas para el perfeccionamiento de su gestión y su crecimiento en tanto han sido nuevos actores que han surgido. Demandan del acompañamiento y capacitación en diferentes temáticas, precisamente para su mejor desenvolvimiento. En un contexto cambiante y agreste producto de la pandemia, es menester desarrollar capacidades resilientes (…). Para ser resilientes se necesita formación y capacitación. Ahí es donde radica el aporte de la ciencia con su visión articulada y precisa. Al ofrecer soluciones viables y permitir evaluar el impacto de las mismas, provee de disímiles herramientas para su mejor gestión.

Las conquistas sociales y la lucha por la reivindicación de la mujer avanzan a pasos agigantados. ¿Qué misión le corresponde a la mujer científica en tal noble y estoica tarea?

Dra. C. Maite Echarri Chávez: No se puede hablar de ciencia y mucho menos de ciencia cubana sin mencionar el papel fundamental que ha jugado la mujer. La mujer cubana ha tenido el privilegio, desde los primeros años de la Revolución, de incorporarse a estas obras genuinas de la ciencia. Mujeres dirigen gran parte de estas instituciones científicas y educativas (…). En medio de esta pandemia los equipos de investigación que han encabezado la lucha contra la crisis sanitaria han estado liderado en muchos casos por mujeres. La mujer tiene una huella singular en la ciencia cubana. Esto no quiere decir que la ciencia tenga un carácter exclusivo, al contrario, involucra a todos aquellos que apuestan por el devenir científico tecnológico de nuestro país. La ciencia es, por encima de todo, inclusiva.

MSc. Lidié Perera Conde: La mujer debe seguir vinculada a los procesos de investigación, logrando este empoderamiento que la revolución le ha facilitado: el acceso a las oportunidades desde hace muchos años y el acceso igualitario a la educación y a la formación. Aportar desde su talento sus mejores soluciones.  

La mujer desde los inicios de la historia ha oxigenado y dado vida al movimiento del pensamiento científico, reivindicándose ante el mundo, exponiendo a la luz verdades inexpugnables. Hoy, mañana y siempre será un buen día para reconocer e impulsar el papel de la mujer y la niña en la ciencia.